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Elecciones 2021

Reacomodos en las alianzas dominan escenario electoral en BC

Por: Mireya Cuéllar

Con la alianza PAN-PRI-PRD fracturada, un candidato a la gubernatura que abandonó la contienda para sumarse a Marina del Pilar Ávila, de Morena, otro que anunció su derrota dos semanas antes de los comicios, y con “el único priísta” que estará en las boletas de la elección de gobernador compitiendo con las siglas del Partido Encuentro Solidario (PES), los bajacalifornianos se preparan para ir a las urnas.

“En el estado había un ambiente de desencuentro social que hizo posible la alianza. Después se empató con lo nacional, pero la alianza se produce localmente a partir de definir en qué estábamos de acuerdo”, explicó en su momento Jaime Martínez Veloz, candidato a diputado federal por el quinto distrito del PAN-PRI-PRD la conformación de un bloque opositor estatal que tuvo como engrudo la aversión al gobernador Jaime Bonilla.

Como proyecto estatal, la alianza Va por México tenía como candidato natural a la gubernatura a Jorge Hank Rhon. Después de seis años conflictivos del panista Francisco Vega, que se materializaron en el carro completo que se llevó Morena en 2018 —le ganó dos a uno en la elección de gobernador, las cinco alcaldías y todos los distritos locales—, ningún “azul” quería esa candidatura. Y el PRD tiene una presencia testimonial. Pero se estructuró la alianza PAN-PRD-PRI desde la capital del país y con ello una negociación en bloque que rebasó a las dirigencias locales.

“Si hubiéramos visto que a Hank le alcanzaba para ganar, lo hubiéramos registrado, aunque tragáramos saliva. Íbamos a regresar al gobierno y ya veríamos qué decir”, comentó un connotado dirigente del blanquiazul, por eso cuando Marko Cortés, presidente del Comité Ejecutivo Nacional, “nos dijo que había un acuerdo nacional y la candidata era Guadalupe Jones porque aquí tocaba mujer, no tuvimos problema. Nosotros no teníamos candidato”.

Los dirigentes nacionales del PRI, PAN y PRD junto a su candidata a la gubernatura de Baja California, Lupita Jones. Foto: Banco de imágenes Tijuana.

El priísmo también quería la alianza, pero con Hank como cabeza. En la negociación previa pusieron todas las candidaturas sobre la mesa. La oferta fue que PAN y PRD se repartieran las presidencias municipales y diputaciones. Al PRI solo les interesaba que el dueño de los Xolos de Tijuana apareciera en una de las boletas. Con un 8.52 por ciento de los votos en la elección de 2018, el PRI tampoco estaba para exigir mucho, platicó uno de los negociadores.

Así que una vez desplazado, Hank buscó refugio, y lo encontró en Encuentro Solidario (PES), un partido que tuvo su origen en Baja California como “Encuentro Social” auspiciado por las iglesias cristianas en el sexenio de Felipe Calderón, y que hoy tiene como candidatos a distintos puestos de elección popular en la entidad a dirigentes de asociaciones pro-familia tradicional que antes se aglutinaban en el PAN.

Pero los priístas nunca se pudieron entender con Guadalupe Jones. “No hubo y no se consolidó una empatía”, resumió el dirigente estatal, Carlos Jiménez, al anunciar la ruptura parcial de la alianza, y el retorno a su proyecto original, que era apoyar a Hank. La destitución del dirigente estatal del PRI y la cólera contenida de Guadalupe Jones después del anuncio son ya parte de la historia. Aunque Gustavo de Hoyos, artífice de la candidatura de Jones intentó contener el ambiente de zozobra que se vivió en las filas del PAN y del PRD, y Guadalupe Jones ofreció una conferencia de prensa para anunciar: “sigo siendo la candidata del PRI”, el ánimo de los aliancistas se fue al piso.

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El aspirante a gobernador de Baja California, Jorge Hank Rhon, durante su cierre de campaña en el estadio Caliente de Tijuana. Foto: cortesía PES.

El PRI local le cobró las afrentas a la ex Miss Universo: no le avisó que la desconocería. Ella siempre dice que es “candidata ciudadana”, y que “no tiene ningún compromiso con la militancia del PRI”, justificó Carlos Jiménez la descortesía. Solo fueron avisadas las dirigencias nacionales. Y Jones se enteró por las redes sociales que no era más la candidata del PRI. Es solo una fracción del PRI, un grupo, reviraron desde la alianza quienes se quedaron. En Baja California priísmo es sinónimo de hankismo, dice en mismo Jorge Hank.

De Jorge Ojeda, el empresario inmobiliario que hizo campaña con los colores de Fuerza por México —el partido creado en 2019 por Gerardo Islas y Pedro Haces Barba, ex senador de Morena y líder sindical— quedaron sus llamativos carteles rosa donde está de cabeza. Sí, de cabeza, como parte de una ingeniosa campaña publicitaria que lo presentaba como “un milagro”. Esta semana se hizo a un lado —con un uno por ciento de intención de voto según las encuestas— y se sumó al proyecto de la 4T y de Marina del Pilar Ávila. Ojeda dio su apoyo a la candidata a la gubernatura de Morena el miércoles pasado con la anuencia de los dirigentes nacionales de su partido, quienes estuvieron en Baja California para levantar la mano de la abanderada.

En Movimiento Ciudadano (MC), el partido del ex gobernador priísta de Veracruz Dante Delgado Rannauro, se cumplió el dicho popular de que lo que mal empieza, mal acaba. El 24 de marzo pasado, Alejandro Mungaray Lagarda, ex rector de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), quien tenía un año amarrando su candidatura a gobernador del estado con MC, anunció que no se registraría. La campaña inició el 4 de abril y Movimiento Ciudadano se vio obligado a, en unos cuantos días, elegir sustituto. Así, Alcibíades García Lizardi, el dirigente histórico de MC en la entidad se convirtió en el aspirante a la gubernatura. Y el 24 de mayo anunció que será derrotado; “las circunstancias nos pusieron en una competencia desleal y en una competencia a destiempo… los votos no me alcanzarán para ganar”.

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El candidato de Movimiento Ciudadano a la gubernatura, Alcibíades García durante un evento de campaña. Foto: cortesía Movimiento Ciudadano.

Con 33 años, una carrera política de seis, diputada federal, presidenta municipal de la capital del estado, y ahora candidata a la gubernatura, Marina del Pilar Ávila Olmeda abrió la campaña como favorita para ganar la elección y se ha cuidado de no engancharse en disputas con ninguno de sus rivales. Ni siquiera cuando Jorge Hank hizo alusiones sexuales sobre ella le respondió. Se ha concretado en presentar sus propuestas y en atender a sus seguidores en las redes sociales. Joven, dispuesta a sentarse en el piso si así queda mejor la selfie con los seguidores que la rodean al terminar sus mítines, la candidata de Morena cosecha la inercia que les heredó López Obrador y le suma bailando en TikTok y concretándose en sus propuestas.

La abanderada de la alianza ‘Juntos haremos historia en Baja California’, Marina del Pilar, desde Ensenada en su cierre de campaña. Foto: Omar Martínez.

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