Baja California

Guardia Nacional vigila primaria saqueada y vandalizada 50 veces

Por: La Jornada Baja California

Tijuana, 2 de septiembre.- Después de «45 o 50» robos actos de vandalismo a la escuela primaria Ejército Trigarante, y luego de amenazas contra el director para que no acudiera a velar, elementos de la Guardia Nacional aceptaron un llamado de auxilio para vigilar el inmueble, ubicado en la colonia Cañadas del Florido.

Los delincuentes han arrasado con todo lo de valor que encuentran, incluso las tazas de baño, lámparas, puertas, ventanas y material eléctrico; lo que no les interesa como material escolar o trabajos de estudiantes o no pueden llevarse, lo destrozan

El director del plantel, Marco Orduño Camargo, relató que los saqueos y destrozos ocurrieron desde marzo del año pasado, cuando por la pandemia tuvieron que suspender las clases presenciales.

Ante desinterés de autoridades, el director se hizo velador

Señaló que aunque reiteradamente reportaron la situación y solicitaron apoyo de las autoridades de los tres nivelesnadie acudió y por eso, a sabiendas del riesgo que asumía, decidió convertirse él mismo en velador, pero tampoco funcionó porque hombres con armas largas lo amenazaron para que se retirara.

Le advirtieron que si no se retiraba «sufriría las consecuencias«, porque su presencia obligaba a la policía municipal a hacer rondines por la comunidad.

Apenas pudo velar unas cuatro noches antes de tener que retirarse por las amenazas, y durante el tiempo que estuvo fue testigo de «situaciones delicadas» de delincuencia, incluidas las amenazas.

El encuentro con la GN fue fortuito

El director del plantel relató que se «topó de manera fortuita» con agentes de la Guardia Nacional y decidió pedirles apoyo en la vigilancia, lo que aceptaron de inmediato pues el área forma parte de su zona asignada.

Confió en que la sola presencia de los uniformados inhibirá a los delincuentes, no solo en el plantel sino en aquella zona de la ciudad (el este), que es escenario de delitos frecuentes.

Mientras, padres de familia y personal del plantel tuvieron que limpiar el edificio retirar los muebles e instalaciones destrozadas que se convirtieron en basura, además de los desechos que los delincuentes dejaron durante sus irrupciones.

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