Cultura

Cobijado por la riqueza natural y mucha música, el Carnaval Bahidorá reunió a unos 10 mil jóvenes

Por: Israel Campos Mondragón / La Jornada

Durante tres días y muchas horas de música continua, cerca de 10 mil jóvenes disfrutaron de la edición 11 del Carnaval Bahidorá, realizado el pasado fin de semana en el parque Las Estacas, en Morelos.

Fueron cinco los escenarios en medio del paisaje selvático y del río del lugar, que este año albergaron las presentaciones de más de 30 grupos nacionales e internacionales, con música electrónica, rock, reguetón y cumbia.

La fiesta inició la tarde del viernes en dos escenarios, el Amate y la Estación, espacios iluminados de azul y rojo, respectivamente, donde el público disfrutó de la música de manera tranquila; algunos jóvenes estaban sentados en el pasto, mientras otros bailaban.

En punto de las seis de la tarde, en el Amate se escucharon los beats de Lawrence; mientras oscurecía, los diyéis Molly y Map.Ache hacían mover eufóricos a los asistentes.

Al mismo tiempo y del otro lado del parque, en la Estación, los músicos Nidia, Marfox y Firmeza ofrecieron su mezcla de ritmos tropicales con sonidos electrónicos. Algunos jóvenes disfrutaron de la música al tiempo que degustaban algunas botanas en los lugares comunitarios.

Para llegar a algunos de los escenarios fue necesario cruzar por puentes colgantes, adornados con listones de colores. Desde ahí, se podían apreciar instalaciones artísticas luminosas que flotaban en el río y otras en las que los asistentes interactuaban.

Durante la primera noche una alta afluencia de jóvenes abarrotó las áreas verdes y las orillas del río. Fueron ocho horas de presentaciones continuas que concluyeron a las cuatro de la mañana del sábado.

Los enfiestados, que resistieron el aire frío de la madrugada, poco a poco fueron a sus casas de campaña que se encontraban dentro de Las Estacas o bien algunos valientes prefirieron viajar durante 20 minutos para regresar a sus hoteles.

Conferencias y yoga

Las actividades paralelas a los conciertos comenzaron el sábado, con una clase de yoga y meditación muy temprano, en el silencio y el sonido de las aves que volaban por el parque fueron disfrutados por los participantes.

Al mediodía la música comenzó en el escenario el Asoleadero, donde los vinilos sonaron de los selectores Chaka Bó y Edna Martínez, como ellos se encontraban en medio del río, para llegar a su tocada fue necesario que los asistentes nadaran. A esa hora el agua continuaba fría por lo que el caudal se llenó de inflables de distintas formas, que utilizaron los que querían estar frente al foro.

Mientras tanto, en el escenario Linterna hubo charlas y conferencias siobre temas como sustentabilidad ecológica en los festivales musicales y su organización.

La limpieza durante el Bahidorá fue clave para disfrutar de las instalaciones: en todo momento el staff mantuvo limpias las áreas verdes y escenarios, también hubo botes de basura y unos tubos para depositar colillas de cigarros.

Uno de los grupos que llamó la atención por la tarde del sábado fue el colombiano Los Cotopla Boyz, que se presentó por primera vez en un festival fuera de su país. Su álbum, Mamarron Vol. 1, ha tenido una rápida aceptación entre el público mexicano.

Momentos antes de su actuación, los integrantes del grupo Davinson Sánchez (guitarra), Sebastián Portilla (batería), Ana Romero (voz), Miguel Velázquez (bajo) y Andrés Gómez (teclados), compartieron con La Jornada su emoción, pues en Colombia nunca han estado en un festival. “Bahidorá es nuestra primera experiencia y un reconocimiento internacional a nuestro trabajo”, comentaron.

Cumbia milenial

Con su propuesta cumbia milenial, como definen a su música, la agrupación conectó muy rápido con el público del escenario Estación. Su vestuario es una adaptación fresca de los trajes de los Power Rangers. Los músicos compartieron canciones como Dame tu Wassap, Raspafiestas y Ganlletitas.

Talento del mundo

El encuentro continuó sonando con bandas y talento internacional como los ingleses de música afrobeat Kokoroko y la cantante colombiana Lido Pimienta, al mismo tiempo las albercas se llenaron de jóvenes que lucían sus diferentes diseños de trajes de baño y en los caminos se complicaba el paso por la afluencia de paseantes, pero a nadie le importaba por las sorpresas que se encontraban, como personas disfrazadas y con trajes exóticos que hacían recordar a grandes carnavales como el de Brasil y Veracruz.

Por la noche, en el escenario Sonoroma se presentó el grupo sueco Little Dragon, agrupación esperada por muchos jóvenes que corearon sus canciones y gritaron a ritmo del neosoul.

El encargado de cerrar las actividades fue el del diyéi español John Talabot, quien con su música electrónica que en el escenario Amate revitalizó al público desde las dos de la madrugada hasta el amanecer del domingo.

Para el último día de actividades, la presentación del poder sonidero de Joyce Musicolor junto con los Amantes del Futuro inició cerca de las 12.

Ambos diyéis compartieron la tradición sonidera y confirmaron la aceptación de la cumbia entre los jóvenes.

Para concluir el carnaval se presentaron Skatebard y Mystery Affair en el escenario Amate, concierto que puso fin, a la medianoche, a una edición más del festival ecológico Bahidorá.

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