En la edición 7 de Quebecine hay un espíritu de rebelión: directora de la muestra

Ciudad de México, 22 de septiembre.- Desde hace ya siete ediciones, la muestra Quebecine permite a México echar una mirada a la cinematografía de la región francófona de Canadá. Desde sus inicios, esta ventana fílmica ha contribuido a enriquecer tanto a espectadores como a realizadores, pues ambos se nutren de distintas perspectivas. El encuentro también ha servido para que los quebequenses puedan compartir su trabajo con más públicos, pues su actividad, a pesar de ser prolífica tanto en tratamiento como en calidad de producción, no ocupa una buena posición distributiva en su propia región.

“En Quebec tenemos directores con mucho talento, y producen películas muy libres. Se atreven a experimentar con las formas y los temas, denuncian. Entonces, todo esto merece atraer un público”, señaló en entrevista la directora de Quebecine, Caroline Galipeau. No obstante, también reconoce que el propósito de que sean vistas no siempre se cumple.

“Es difícil atraer el público a las salas, antes de la pandemia también. En la pantalla hay 15 por ciento de películas que son propias. El mercado está muy tomado por Estados Unidos”, explicó Galipeau. Una situación así ha sido generada por diversos factores, pero la también productora de cine considera que “tal vez es que a la gente le gustan mucho las películas de acción. En Quebec no tenemos los mismos presupuestos, entonces un filme con un presupuesto modesto sería de 1.5 millones de dólares canadienses, y cuando tienes un buen financiamiento puede ir hasta 18 millones; y eso todavía es muy pequeño cuando pensamos en la películas estadunidenses, que tienen 20 millones de presupuesto para promoción”.

Caroline ve lo anterior como una dura batalla, “combatimos contra Goliath”, señaló. Sin embargo, tampoco pierde la esperanza de que el cine de su región sea más visto, pues está segura de que cuenta con buenos elementos.

“No creo que sea un tema de la calidad, o de los personajes de las películas, como de la visibilidad. Entonces eso es lo que hacemos aquí, damos visibilidad; la calidad está, solamente es al público al que tenemos que convencer.”

Quebecine también permite a los propios cineastas ver sus obras con mayor perspectiva. El contacto con público latino ha ayudado “para entender sus propios temas, de las películas, porque los ven de una manera más universal. Desde otra perspectiva, hablando con el público mexicano”, señaló Caroline Galipeau.

Tras siete ediciones en México se ha logrado ya una buena respuesta, incluso llegando a haber más espectadores locales que quebequenses. Esfuerzos similares se han hecho en ciudades como Buenos Aires, Bogotá y Montevideo. “La misión de Quebecine no solamente es crear oportunidades y puentes con México, sino también en América Latina en general”, puntualizó la directora.

La presente edición también será la primera en contar con Circuito Pro, espacio para que profesionales del cine en México y Canadá se conozcan, además de incentivar coproducciones; se espera sea una realidad en los próximos años. El encuentro se llevará a cabo hasta el 26 de septiembre en la Cineteca Nacional, y aunque está planeado para pocos invitados, el público podrá verlo a través de redes sociales, como el Facebook de Quebecine y la Cineteca Nacional.

La séptima edición contará con 10 títulos, entre los que destacan la experimentación y los temas que preocupan a las nuevas generaciones de cineastas. De acuerdo con Galipeau, la muestra “nos cuenta que hay un espíritu de rebelión, hay una especie de deseo de denunciar, de hablar fuerte de temas que son importantes pero que a veces no son abordados”, dijo.

Son parte de la programación títulos como Esta casa, docudrama con toques fantásticos de la directora de origen haitiano Miryam Charles; Noémie dice que sí, de Geneviève Albert, que hace una crítica a la violencia del trabajo sexual, o Sarah Fortin, que explora las tensiones entre autóctonos y blancos en Nuevo-Quebec. “Queremos que los espectadores tengan oportunidad de descubrir nuevas voces. También tenemos en cuenta que las funciones tienen lugar en la Cineteca Nacional de México, y que eso es un nivel de calidad que tenemos que alcanzar”, detalló la directora de Quebecine.

En las proyecciones –del 23 de septiembre al 2 de octubre– participarán productores, directores y editores.

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