Enrique Florescano, historia de la Historia
Ensenada, 6 de marzo. Si la vida civil es la forma breve de vivir en la Historia, entonces la Historia se convierte en una formulación reveladora: la de existir más allá de la razón social o de la misma vida. El doctor Enrique Florescano, beneficiario de esta formulación, tras su fallecimiento —acaecido hoy lunes 6 de marzo, a los 85 años— se convierte en beneficiario de sus propios tributos y herramientas clásicas.
El historiador mexicano Enrique Federico Florescano Mayet (Veracruz, 1937-2023), maestro de El Colegio de México y doctor por la École Pratique des Hautes Études (“Escuela Práctica de Altos Estudios” de la Universidad de París), un hombre formidable y un investigador de siglos, creencias, mitos y entornos.
A cargo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la figura de Quetzalcóatl fue su piedra y su pluma. Nombrado, en años recientes, como director de la Colección Biblioteca Mexicana, ahora su legado es la extensa cartografía histórica de su obra: el patrimonio cultural de sus libros.
En 1921 Enrique Florescano recibió, por parte de El Colegio de México, el Premio Alfonso Reyes, gracias a la renovación de sus investigaciones históricas, enarbolando los campos de la Arqueología y la Antropología en la difusión cultural del conocimiento como principio educativo.
Impulsor de una amplia gama de publicaciones, a la que se suman sus obras más conocidas —“Quetzalcóatl y los mitos fundadores de Mesoamérica”, “Memoria indígena” o “Los orígenes del poder en Mesoamérica”, por nombrar lo mínimo representativo—, se convierten en un inmenso depósito donde el propósito no será otro sino su lectura, su conocimiento, su historia…
Él, que había advertido: “Los estudios históricos son una forma de unir el pasado con el presente, por lo que el trabajo de las personas que se dedican a la historia consiste en construir puentes entre ambos tiempos, esto con la finalidad de que los lectores conozcan otras realidades, ya que esto favorece al fortalecimiento de los valores ciudadanos”.
Él, Enrique Federico Florescano Mayet, presuposiciones de vida que hoy lo enaltecen en la muerte. Descanse en paz.
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