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Opinión

La urgente necesidad de prevenir desastres climáticos

Por: Roberto Sánchez Rodríguez | Voces de El Colef

Las evidencias de la importancia y magnitud de los desastres causados por eventos climáticos son cada día más claras. Para Baja California es importante tomar en cuenta los recientes eventos extremos en California. Las precipitaciones extremas ocasionadas por nueve ríos atmosféricos durante tres semanas (fines de diciembre de 2022 y las primeras semanas de enero 2023), causaron 700 deslaves, 20 muertes, cerca de 500,000 personas sin electricidad y daños estimados en más de mil millones de dólares. El calentamiento global ha incrementado la humedad en los ríos atmosféricos ocasionando que las lluvias estacionales se transformen en precipitación extrema. 

A pesar de que la precipitación ha logrado disminuir temporalmente la condición extrema de la sequía que afecta a California, datos recientes muestran que 32 por ciento del estado padece sequía severa. Resultados de diversos estudios durante la última década, incluyendo el último reporte del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC) de 2021, muestran consistentemente que el cambio climático ocasionará sequías largas e intensas durante las próximas décadas, interrumpidas temporalmente por precipitaciones intensas causando inundaciones en el oeste de los Estados Unidos y noroeste de México.

Otro impacto observado del cambio climático importante para Baja California es la sequía que ha afectado la cuenca del Río Colorado durante las últimas dos décadas. La sequía ha obligado cortes en el acceso al agua de todos los usuarios en la cuenca, incluyendo México, y es una amenaza a la principal fuente de agua en el sur de California y Baja California.

La importancia de estos riesgos nos lleva a preguntar qué se ha hecho para prevenir daños y adaptarse al cambio climático, en particular tomando en cuenta que el IPCC enfatiza la necesidad de llevar a cabo acciones de adaptación lo antes posible ya que cada incremento en el calentamiento global reduce las opciones de adaptación e incrementa su costo. California ha incorporado acciones de adaptación al cambio climático durante los últimos años. El esfuerzo más significativo y reciente es la Estrategia de Adaptación para el Clima de California de 2021 que propone reducir los riesgos de los cambios en el clima e incrementar una amplia gama de acciones para enfrentarlos, y al mismo tiempo atender desigualdades sistémicas en el estado.

Destaco algunas de las prioridades y objetivos de la estrategia: proteger a las comunidades vulnerables y fomentar su participación en las actividades de adaptación; mejorar el conocimiento de los impactos del clima incluyendo las causas subyacentes de la vulnerabilidad; reducir los riesgos en la salud pública y la seguridad causados por el cambio climático; considerar los impactos climático actuales y los riesgos proyectados en la planificación del gobierno y sus decisiones de inversión; mejorar la resiliencia de la infraestructura a cambios en el clima; crear una economía resiliente al clima; acelerar la implementación de soluciones basadas en la naturaleza y fortalecer la resiliencia al clima en los sistemas naturales; tomar decisiones basadas en la mejor ciencia disponible; crear procesos inclusivos de la amplia gama de actores en regiones y sectores.

 De particular interés para Baja California son la estrategia regional del condado de San Diego y la de las zonas desérticas que ofrecen información de los impactos observados y los riesgos proyectados del cambio climático y las acciones planificadas para adaptarse a ellos útiles a la cooperación transfronteriza.  

Al analizar la situación actual en Baja California, resalta un retraso considerable en la planificación e implementación de la adaptación al cambio climático. Los avances logrados hasta ahora son fragmentados, incompletos y requieren actualizarse para incorporar los avances científicos en el conocimiento de los impactos observados y los riesgos proyectados del cambio climático, y las lecciones aprendidas en el diseño de esquemas operativos ante el cambio climático. Un aspecto positivo es la Ley de Prevención, Mitigación y Adaptación del Cambio Climático para el Estado de Baja California de 2012 y su última actualización de 2018.

Esta ley establece un marco normativo útil al desarrollo de estrategias, políticas y acciones para adaptarse al clima. Destaco los siguientes aspectos: la política estatal y municipal de cambio climático atenderá de manera prioritaria las necesidades de adaptación en el corto, mediano y largo plazo (Art 14); debe existir una coordinación entre estado y municipios con una definición clara de atribuciones por jurisdicción (Art 18); se deben establecer objetivos, metas, prioridades y asignación de recursos, responsabilidades y tiempos de ejecución de acciones de adaptación y mitigación al cambio climático basándose en la Estrategia Estatal (Art 25);  las acciones de adaptación debe dar prioridad a la protección de la vida humana y la infraestructura, la prevención y atención de riesgos climáticos, el aprovechamiento sustentable del agua, y la elaboración de diagnósticos de vulnerabilidad ante los cambios climáticos esperados (Art 38); establece la oportunidad de crear Fondos para el Cambio Climático en el estado y sus municipios para financiar las acciones de adaptación y mitigación (Art 40).

Baja California cuenta con planes, programas y atlas de riesgo relevantes a la Estrategia Estatal de Cambio Climático que requieren actualizarse y ampliarse a la brevedad posible con el mejor conocimiento científico disponible. Destacan los siguientes: Programa Estatal de Acción ante el Cambio Climático de Baja California de 2012 y su actualización de 2015 (únicamente para acciones de mitigación); Plan de Acción Climática del Municipio de Tijuana de 2013; Plan de Contingencias de Riesgos Hidrometeorológicos de Baja California de 2016; Programa Hídrico del Estado de Baja California Visión 2035 de 2016 y actualizado en 2018; el Atlas de Riesgos del Estado de Baja California 2015; Atlas de Riesgos del Municipio de Tijuana 2014; Atlas de Riesgos del Municipio de Mexicali 2011; Atlas de Riesgos del Municipio de Ensenada 2012.

Existe un avance significativo en los impactos ya observados y los riesgos proyectados del cambio climático no considerados en esos documentos. El estado cuenta además con el Consejo Estatal de Cambio Climático de Baja California instalado en el 2017, pero que sólo ha tenido 4 sesiones ordinarias, la última en 2022.

Baja California requiere urgentemente una estrategia clara para adaptarse al cambio climático y empezar a implementar acciones. La experiencia en otros lugares en este tipo de proceso identifica algunos aspectos importantes: la participación dinámica de la cabeza del gobierno estatal y su inequívoco apoyo político, un proceso inclusivo de diferentes sectores incluyendo la comunidad científica local, considerar al cambio climático como un elemento transversal de la agenda del desarrollo estatal y municipal y no como una agenda paralela.

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