Las trampas de la escritura del hermano de Nuno Lobo Antunes es un reflejo trabajado a partir de una entusiasta lectura de Juan Rulfo
Jean-Paul Sartre proclamaba que el terror, como arma histórica —error dentro del horror, considero—, se encontraba al alcance de los parias y solía proferir: “¡El terrorismo es la bomba atómica de los pobres!”
Aquí hay algo que, como occidentales, no debemos dejar de observar: las glosas con las que vemos, “analizamos” y juzgamos aquello que desconocemos, como en este caso es la cultura tibetana
Balbuceo el fuego de un discurso, el libro de Julio Scherer García, “Secuestrados”. Con la maestría del realismo medular, proceso designado al periodismo, el ex director general del periódico Excélsior devela, detalle a detalle, el infierno de uno de los rostros más canallas de la condición humana
Podríamos confundirlo con Gurdjieff en juerga, pero su metafísica es marxista. Se trata de Martín Caparrós, que ha sido galardonado esta semana con el Premio de Periodismo Ortega y Gasset a la Trayectoria (2023)
La serenidad es un perro con sarna, al que ya nadie molesta. Es pelitieso, de repugnantes ojos acuosos y eso lo aleja de las dolencias de cualquier cariño. Su deterioro es su defensa, su sólida protección en esta torpe vida
Si la estupidez gobierna —casi como especie—, es tiempo de cuestionarnos su monotonía en un mundo donde se hace notoria, se espabila y destaca como representación cíclica y periódica
Penetrante, documentada, marcada por el tinte sartreano de lo existencial, su escritura alcanza una agudeza que despierta en los lectores la aprobación o el rechazo, nunca la indiferencia
De tal suerte, el mito griego reafirma su inmortalidad en nosotros, legando su acusadora reverberación en la familia, los amigos… quienes aguardan apenados y con impaciencia “que por dignidad/ la saque de la casa/ con violencia”.
Quizá eso sea la lectura en ese momento: un carrusel de abecedarios musicales que no incinera el tiempo, porque son páginas que se leen en la salvedad absoluta de la memoria